Los mapas mentales son un tipo de organizadores gráficos (esquemas, diagramas, dibujos, cuadros sinópticos, etc), que ayudan a sintetizar la información para comprender mejor y/o memorizar de manera más sencilla.


Estas representaciones visuales suelen ser muy útiles en ámbitos académicos y laborales; permiten comunicar ideas complejas de manera clara, simplificar procesos u organizar secuencias para un proceso.

Los elementos que componen a un mapa conceptual son los siguientes:

Conceptos: términos o palabras clave del tema.

Conectores: flechas, líneas, uniones o indicadores gráficos de secuencia.

Descriptores de relación: palabras o frases que sugieren conexión y que se escriben para reforzar los conectores. Ejemplo: "sirven para", "se parecen a", "funcionan como", "dependen de", etc.

Proposiciones: fragmentos de información que no se puede resumir en una sola palabra y que explican el contenido de un concepto.

Busca en Internet ejemplos de mapas conceptuales para reforzar esta información.